La Batalla de las Delegaciones: En 1899, la intervención extranjera en China llegaba a unos niveles muy altos. En este año, la frustración china ante esta exagerada intervención dio lugar a la rebelión de los bóxer. Los bóxer eran grupos de nacionalistas chinos organizados por la sociedad de Puños Rectos y Armoniosos.
El levantamiento tuvo éxito y llegó hasta Pekín, donde esta sociedad organizó ataques contra los residentes extranjeros y cristianos chinos. Tras muchas vacilaciones de la emperatriz Cixi, soberana de China, decidió apoyar a los rebeldes con su ejército.
Los rebeldes nacionalistas dirigieron sus ataques contra el barrio de las delegaciones, donde se encontraban todas las embajadas de los países extranjeros, destacando las embajadas de: Alemania, Rusia, EE.UU, Francia, Austria-Hungría, Italia, Reino Unido y Japón.
Los residentes de las diversas naciones se refugiaron en sus respectivas asambleas, aunque el ataque de los bóxer consiguió capturar a un diplomático alemán y otro japonés que fueron ejecutados. Otros diplomáticos como el de España tuvieron que refugiarse en este barrio debido a que sus delegaciones estaban alejadas del mismo.
Entre todas las naciones extranjeras sumaban cerca de 400 soldados y un cañón, pero el punto a favor es que el barrio de las delegaciones disponía de una muralla defensiva, construida años antes por el propio emperador para “mantener vigilados” a los mismos. El asedio de esta posición comenzó el 20 de junio.
Aunque los soldados de las delegaciones eran superados en número, disponían de una mayor organización y disciplina, los asaltos chinos se sucedieron pero no consiguieron hacer retroceder a los soldados extranjeros ni tomar puntos importantes.
Las potencias occidentales no tardaron en movilizarse y enviar expediciones de ayuda para romper el cerco y rescatar a sus ciudadanos. El 17 de julio, bóxer y delegaciones acordaron un alto el fuego, pero el asedio continuó.
El 4 de agosto, las diversas expediciones se abrieron paso hacia la capital sin oposición alguna por parte del ejército chino.
Viendo que el ejército de las potencias extranjeras se acercaba, los rebeldes recrudecieron los ataques, pero finalmente el día 14 de agosto, británicos y estadounidenses liberaron la posición de los ataques.
Tras romper el sitio, la emperatriz huyó de China, aunque regresó en 1902 tras aceptar unas condiciones de paz humillantes y para ver como su dinastía (Qing) se resquebrajaba finalmente en 1912, cuando China se convirtió en una república.
Las pérdidas fueron: Delegaciones, 55 muertos, 165 heridos de 409 soldados, 13 civiles muertos y 24 heridos; chinos, sin datos.
Aunque no hay cifras de las bajas chinas, seguramente fueran bastante más altas que las de las delegaciones. El ataque a las embajadas fue una pequeña parte del gran levantamiento que hubo. Los grandes perjudicados por esta fueron los residentes chinos de religión cristiana que sufrieron todo tipo de abusos y violaciones por parte de los bóxer.
En 1963 se estrenó la película “55 días en Pekín” donde se narran los hechos de armas sobre el ataque a las delegaciones extranjeras.

Guerrero bóxer en 1900. Armado con lanza y escudo.

Soldados de infantería de marina alemana en marcha para liberar su embajada, agosto de 1900.

Soldados de los diferentes países: Reino Unido, EE.UU, Rusia, India, Alemania, Francia, Austria-Hungría, Italia y Japón.
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