
Los militares sublevados de Toledo eligieron el Alcázar como cuartel general y comenzaron a tomar posiciones, el gobierno envió una columna de 2500 hombres para sofocar la situación, ese mismo día los militares en su mayoría guardia civil llevaron camiones a la fábrica de armamento y la cargaron con pertrechos que llevaron al Alcázar que el día 22 de julio ya estaba rodeado y en estado de sitio. Las tropas leales a la II República lo iban a tener difícil para hacer rendirse a los nacionales.



