En los siglos XVI y XVII, los soldados de los Tercios españoles llevaban un armamento y equipo muy variado y de gran calidad. En esta época es cuando España crea su ejército moderno, profesional, tanto terrestre como en la marina, que ha cumplido ya el 477 aniversario hace unas semanas, como la marina más antigua del mundo, creada en 1537.
Este armamento se componía de picas, mosquetes, arcabuces y varios tipos de espadas. Como protección usaban armaduras ligeras y su famoso casco: “el morrion”, que vemos en la imagen de la derecha. Este casco fue usado tanto por los soldados rasos como por los oficiales, ya que era más ligero que un yelmo, además su forma peculiar hacia que los golpes fueran en cierto modo desviados y no hicieran un impacto tan directo en el cráneo del soldado. Actualmente es el casco oficial de la Guardia Suiza del Papa.
En este dibujo podemos ver dos soldados del siglo XVI, que podría tratarse de los primeros tercios, ya que el soldado de la izquierda es un rodelero, equipado con un pequeño escudo redondo y una espada, usados para romper formaciones de piqueros.
Los piqueros de los tercios llevaban picas de 3 a 6 metros de largo, que en formación hacían una muralla impenetrable e infranqueable. Estaban protegidos por corazas ligeras que les protegía en cierta medida de disparos y flechas. En los tercios tuvieron mucho protagonismo con la famosa formación en cuadro. Quedaron obsoletos con la invención de la bayoneta, que convertía los mosquetes en lanzas para los ataques cuerpo a cuerpo o de caballería.
Esta formación se puede ver bien en la película “El capitán Alatriste”, Podemos ver la armadura y el morrion que explicamos.
—-> Armadura usada por los Tercios excepto los mosqueteros.
Pero sin duda alguna, una de las armas más importantes, fueron las de fuego, inventadas en el siglo XIV y que en el siglo XVI empezaron a ser muy comunes en los ejércitos europeos y en especial en el de los Tercios españoles. Supieron unir picas con mosquetes y arcabuces, lo que les llevo a la victoria durante 150 años sin ser vencidos. Estas armas ya tenían forma idónea para hacer disparos certeros a cortas distancias y causar bastantes bajas si se usaban correctamente, su único punto débil era la recarga que se podía hacer una media de 1 o 2 disparos por minuto. El soldado llevaba consigo a la batalla unas 12 cargas, esto se mejorara en otros siglos posteriores.
La forma en la que se disparaba un mosquete o un arcabuz dependía. El arcabuz podía dispararse desde el hombro solo con la sujeción de las manos, pero el mosquete se solía usar con una horquilla para mayor precisión, ya que el mosquete eran pequeñas piezas de artillería al principio y eran más potentes que un arcabuz.
Finalmente el mosquete se convirtió en fusil y hasta hoy día pero esto ya es otra historia. Los Tercios utilizaban ambas armas con geniales resultados en el campo de batalla.

La otra arma famosa de los Tercios es la espada toledana que llevaban consigo casi todos los soldados con la que muchos habían cogido gran destreza en su manejo. Estas espadas hechas en Toledo eran de una increíble calidad, flexibles pero a la vez resistentes y no muy pesadas. Esta fama la tienen hasta los días actuales en la que este acero se ha utilizado para crear las famosas espadas de las películas de los Inmortales o del Señor de los Anillos. Esta espada podía acompañarse con la daga vizcaína pero había que tener mucho manejo para usarlas a la vez.

—> Imagen de una daga vizcaína. Se podía usar con la espada toledana pero se necesitaba un manejo avanzado para combatir con dos armas a la vez. Aun a si es muy famosa como las demás armas citadas.